Tal y como venimos contando en los distintos post que hemos venido colgando en relación a la labor de las azafatas, el nivel de profesionalización y de especialización de estas no deja de ir en aumento.
De ahí que no resulte extraño que tanto para algunos promotores con poco tiempo en el sector como para las propias azafatas o aspirantes a ello no sepan diferenciar con exactitud cuáles son las funciones de cada una de estas en función de las responsabilidades asignadas.
Y es que dentro de todas las tareas que las azafatas deben llevar a cabo cuando se pone en marcha un congreso existen distintos tipos de labores como las que ahora vamos a repasar.
Responsabilidades de las azafatas en función de su trabajo
Azafata de protocolo: El nombre ya da pistas sobre cuáles son los cometidos de los que estas se deben de encargar. Recibir a los invitados, guiar a los asistentes, acompañar y si es necesario presentar a los invitados, dispensar atención a los ponentes o promotores del evento, entregar folletos u obsequios a los visitantes e incluso hacer de enlace entre alguno de estos actores y el responsable de protocolo.
Azafata de congresos: Esta debe ser capaz tanto de realizar labores de auxilio de las compañeras de protocolo, como atender en todo lo concerniente a la organización del evento, atención a los invitados, ofrecer toda la información a través de los “info points”, preparar la documentación a asistentes, ponentes, controlar el paso de cada uno de los implicados a determinadas instancias e incluso controlar y realizar labores técnicas durante el desarrollo de las ponencias.
Azafata de ferias: Aún más polivalente si cabe, esta debe ser capaz de auxiliar a las anteriores en todo aquello que necesiten o no puedan llegar materialmente. Así pues, además de ayudar en la recepción y acompañamiento de visitantes y de ofrecerles toda la información necesaria durante el trascurso de la feria se podría decir que, además de, pueden ponerse a disposición de las anteriores para que el evento salga como es debido.
Azafata de imagen: La que menos responsabilidades asume. Estas son personas que responden a un tipo de imagen concreto requerido por cada promotor, con una capacidad manifiesta para manifestarse tanto verbalmente como en el lenguaje no verbal y que, a menudo, cuentan con una formación específica con la que completar las tareas acompañamiento de personalidades en una feria, congreso o evento.
Como ven, ser azafata no es un trabajo tan sencillo como parece y por ello estas deben formarse debidamente, cuando no especializarse, para así poder optar a los cada vez más puestos de trabajo que están generándose desde que España se ha convertido en una auténtica potencial mundial de organizar congresos y eventos de todo tipo y alcance.
A diferencia de lo que se buscaba un tiempo atrás, más centrado en la imagen que en las capacidades, el trabajo de estas ha cambiado mucho siendo actualmente verdaderas profesionales en un campo que cada vez ofrece más oportunidades profesionales.
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